El equipo de salud bonaerense corrió una carrera contra el tiempo el miércoles a la tarde. Llegaban los afectados a los hospitales y morían al poco tiempo producto de dificultades respiratorias. El cuadro inicial era confuso, porque se registraban convulsiones, propias de la cocaína. Pero las cuestiones respiratorias llevaron a la conclusión de que podría tratarse de un opiáceo. De manera rápida se empezó a hablar de fentanilo, una sustancia sintética, entre 50 y 100 veces más poderosa que la heroína, según citan las publicaciones norteamericanas. En Estados Unidos “la cocaína adulterada con fentanilo produce más del 60 por ciento de las muertes por sobredosis en Nueva York”, según el Adiction Policy Forum. El dato que se agregó desde el Ministerio de Salud bonaerense es que la sustancia es fentanilo no-farmacéutico, es decir que está producido clandestinamente en el mundo narco. La identificación de ese elemento se produjo por diagnóstico clínico, o sea verificando los síntomas y cuál es el antídoto que funcionó en los pacientes. Igual que en Estados Unidos, el antídoto es la Naloxona. Por ahora, en el análisis que se realizó vía cromatógrafo –el instrumento que se usa en los peritajes-, no se pudo identificar la sustancia. Los estudios continúan y se trata de algo que todavía requiere alguna confirmación.