as ideas heredadas respecto al éxito sustentan un punto de llegada, se registra el anhelo de otras tierras, otras ciudadanías que nos abrirán nuevos rumbos o perfiles en redes sociales que construyen identidades ideales: “life style”.
¿Y si se trata de un recorrido? De aprender a disfrutar del camino, cada día y reconocer desde dónde quiero transitarlo, quizá sea una acumulación de distracciones sin perder la ilusión.
Aquella ingenuidad y particularidad que, desde que somos infantes, el sistema de opresión se entromete en condicionar con cierta estructura.