Comienza la cuenta regresiva para el 22 de junio, día de cierre de candidaturas. El torneo electoral se prevé difícil y desde el gobierno les urgen ciertos tópicos que fueron estrellas en los años de gestión. Conforme avanza el calendario de elecciones funcionarios del gobierno, y quienes quieren serlo, aceleran agendas, encuentros y cafecitos.

Desde un lado de la cancha, para calmar los fantasmas de las corridas cambiarias y aún sin definir aún el equipo de juego, buscan prevenir que los mercados se muevan fiel a las señales políticas, sobre todo entre las PASO de agosto y las elecciones generales de octubre (y eventualmente el ballotage). La estabilidad de las últimas semanas respecto a la moneda estrella da respiro al equipo, pero después de la fecha de cierre el poder de juego será más acotado, incrementando las probabilidades de un nuevo salto del tipo de cambio y repercusión en la inflación de los últimos 5 meses.

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La Rosada parafrasea habilidosamente con la posibilidad de que la gobernadora sea compañera de fórmula, para luego tomar distancia ante ciertos disgustos internos. Sin embargo, algunos actores resisten en el intento del Plan V, juegos de nombres y estrategias todo con el fin de no perder votos en la provincia.

Lo que se desató como una disputa electoral, se convirtió en un nuevo escenario político para actores como el líder del Frente Renovador, una parte cada vez más importante del radicalismo y otros peronistas, donde sentarse a conversar sobre la creación de una nueva coalición no sería ningún inconveniente.

Al otro lado de cancha: boletas competitivas, lideres reconocidos persuadidos por garantías futuras y la polarización con el kirchnerismo. Distintas reuniones, abiertas y cerradas, para darle espacio a la catarsis y trasmitir pronósticos optimistas, que aseguren el voto final de la campaña.

Al que le ofrecen un menú con muchas opciones y que resuena para ambos equipos es al tigrense; como candidato a presidente, gobernador, diputado o incluso que no juegue y una promesa de espacio en la gestión futura. La estrategia es clave: que la candidatura adversa se vuelva prácticamente inviable o quitarle votos indirectamente.

Si existe un común denominador son los encuentros con las entidades empresarias: sector de la construcción, el campo, el sector comercial, la industria y el financiero. Son las que mayores definiciones esperan, la reducción en la tasa de interés, rebaja en la carga tributaria que resulta insostenible, generar un marco de expectativas de crecimiento recuperando el crédito y principales las temáticas con mayor puntaje resuenan en este campeonato, advirtiendo que el mundo financiero reacciona muy rápido ante las jugadas políticas.

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